El aumento de las compras online, el incremento de los pagos desde el móvil y la rápida adopción de estas tendencias en prácticamente todos los grupos de población han marcado la evolución del sector financiero en los últimos meses.

Nuevas iniciativas regulatorias, desglobalización y digitalización son algunas de las tendencias previstas en el sector financiero para 2021.

Las previsiones para 2020 no contaban con que este año el mundo se viera afectado por una pandemia contra la que aún estamos luchando. Este escenario ha dejado atrás un periodo difícil para la mayoría de los sectores, pero también ha abierto nuevas oportunidades de negocio. En el ámbito financiero, como en el resto de los sectores, se ha acelerado la digitalización y se han implantado nuevas tecnologías a mayor velocidad de la esperada. Una de las más evidentes de cara al cliente ha sido la toma de medidas para evitar en todo lo posible el contacto personal. Para ello, a los pocos días de declararse la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó reducir el uso de dinero en efectivo. La respuesta de la industria financiera fue trabajar para aumentar el límite de los pagos sin contacto de 20€ a 50€, una medida que entró en vigor en España el 30 de marzo. Desde entonces, el titular de la tarjeta no tiene que teclear el PIN en el terminal agilizando los pagos.

Evolución en el sector financiero

El aumento de las compras online, la posibilidad de realizar pagos desde el móvil en casi cualquier establecimiento y la rápida adopción de estas medidas en prácticamente todos los grupos de población han marcado la evolución del sector financiero en los últimos meses. Aunque este año es complicado realizar previsiones, desde la consultora PwC apuntan en su informe sobre el futuro del sector que serán siete macrotendencias en el ámbito financiero para 2021 las que impactarán en el mundo pos-COVID-19:

  1. Bajos tipos de interés: el escenario seguirá deteriorando los márgenes y los modelos de negocio.
  2. Sectores regulados: la recesión provocada por la pandemia y el deterioro de los activos va a reducir la capacidad de apoyar la economía real cuando encaremos la salida de la crisis.
  3. Las fuentes alternativas de capital: van a ser cada vez una más importantes en el sector financiero.
  4. Nuevas iniciativas regulatorias: la COVID-19 no va a retrasar sino, más bien, a acelerar la puesta en marcha en los distintos países y áreas geográficas.
  5. El proceso de desglobalización : que vive la economía mundial va a hacer que las entidades se focalicen más en sus mercados de origen y que su crecimiento esté cada vez más ligado a la evolución de la economía en esos países.
  6. La digitalización del negocio :las entidades se enfrentan a una presión implacable para incrementar su productividad a través de la digitalización y del ‘upskilling’ de sus empleados.
  7. Nueva ola de disrupción el cambio provocado por los clientes hacia un sector financiero basado en plataformas y ecosistemas va a generar una ola de disrupción y de desintermediación.


Para hacer frente a estos desafíos y tendencias, la implantación de un software de gestión financiera como Uniclass by aggity permite a las compañías adaptarse a los cambios y cubrir todas las fases del proceso de contabilidad de manera completamente automatizada. Así no solo es posible llevar un registro de los gastos y la facturación, también llevar a cabo un control del presupuesto y reducir los riesgos antes posibles desviaciones o imprevistos del mercado. Algo que, tras lo vivido en estos últimos meses, es de vital importancia para asegurar el éxito y la continuidad operativa de las organizaciones.

Artículo publicado en la web de aggity