PRESENTACIÓN LISTA EN 2 MINUTOS

La sesión empezó con Aleix Valls, coordinador del programa ejecutivo de transformación para la era digital de C2G, pidiéndole en directo a GPT4 que escribiera código en visual basic para generar las diapositivas y el contenido de la presentación: historia de la IA. 

Este proceso se desarrolló en tiempo real ante todos los asistentes y tardó solo 2 minutos. Aleix Valls señaló que era “una muestra de que mucho del trabajo que se hace en el día se puede automatizar”. 

A continuación, propuso el visionado de algunos videos recientes. Uno de ellos mostraba un entorno renderizado hiperrealista situado en un restaurante en el cual aparecía un personaje con el cual se podía conversar. Era un caso de aplicación de inteligencia artificial generativa para un juego, realizada por Envidia, empresa especializada en máquinas que computan los cálculos que necesita la IA. 

“Estamos cerca de tener avatares que, con apariencia de realidad, puedan reproducir nuestro aspecto y nuestra voz”

“En vez de ser un personaje de videojuego, podríais ser vosotros en una reunión de trabajo”, subrayó Aleix Valls. Añadió que “estamos cerca de tener avatares que, con apariencia de realidad, puedan reproducir nuestro aspecto y nuestra voz”.

UNA EVOLUCIÓN VESTIGINOSA

Tras esta presentación, Aleix Valls dio la bienvenida a Pablo Rodríguez, director en la Oficina del CTO de Google, y asesor del gobierno español en materia de IA, quién relató su sorpresa al probar la IA interna de Google hace un año debido a su gran capacidad de conversación en distintos registros, Asimismo,  aseguró que “los últimos 6 meses han sido de vértigo” refiriéndose a la rápida evolución de la IA.

En su opinión, las disrupciones se aceleran por una serie de factores concurrentes en un momento determinado. En el caso particular de la IA, hay que contar con: la creciente capacidad de computación con chips que trabajan de manera cada vez más eficiente; una enorme cantidad de datos disponibles; y en tercer lugar, los algoritmos, que describió como “las recetas para cocinar los datos y extraer valor de ellos”.

Pablo Rodriguez explicó que hace años que se está codificando la semántica y la estructura del lenguaje humano, pero que solo recientemente se han podido unir los elementos de computación sofisticada a los elementos de lenguaje. 

Todo esto se ha realizado en supercomputadores “alimentados” con grandes cantidades de datos disponibles en internet. Con ello se pasa de tener modelos de lenguaje para chatbot, que del 0 al 10 se puntuaban con un 2, a modelos que son valorados con un 7 y un 8. Este nivel permite ir más allá de “encontrar patrones de conversación” y generar un lenguaje más natural.

“En la etapa actual la IA ha empezado a establecer sus propias conexiones entre trillones de datos, lo que nos sitúa en un punto de inflexión”

En las primeras versiones de uso del lenguaje (desde los años 50 a los 80) el programador tenía que describir, por ejemplo, las características de un gato para que la máquina lo “identificara”. En la segunda ola (desde los años 90 hasta el 2022) el método se ha basado en poner el gato en contexto y compararlo con todo aquello que es diferente de él, usando una elevadísima cantidad de datos, lo que se ha sido posible por las capacidades crecientes de computación. 


En última ola, el cambio fundamental ha consistido en que en lugar de decirle a la IA que es un determinado objeto, ofrecerle internet y dejarle que aprendiera por su cuenta. Entonces, la IA ha sido capaz de aprender cuales son los patrones que hacen que un gato sea un gato. No es una forma de proceder muy distinta de como aprende un niño. 

“En la etapa actual la IA ha empezado a establecer sus propias conexiones entre trillones de datos, lo que nos sitúa en un punto de inflexión”, aseguró Pablo Rodriguez.

TODAVÍA EN LOS INICIOS

Preguntado por Aleix Valls sobre si todavía estamos en la versión 1.0 de la IA, Pablo Rodriguez respondió con el símil de que la IA posee ahora la inteligencia de un ratón respecto a lo que sería una plena capacidad humana. Esto nos sitúa efectivamente en una etapa, que se podría calificar de inicial, aunque nos pueda parecer avanzada.

La inteligencia humana -explicó- hace mucho más que reconocer patrones: tiene sentido común, lógica y otras muchas cualidades. Nuestro cerebro tiene 100 trillones de parámetros y los modelos de IA existentes hasta ahora llegaban a unos 100 millones de parámetros. Los últimos modelos llegan ya al trillón de parámetros, 100 veces menos del cerebro humano. Sin embargo, apuntó Pablo Rodriguez, “son capaces de hacer determinadas tareas mucho mejor que nosotros utilizando muchos menos parámetros”.

Adicionalmente, se está constatando que, a medida que aumentan los parámetros de que dispone, la IA adquiere “sentido común”, realiza inferencias lógicas, y se acelera su capacidad de codificar la complejidad.  

EL FACTOR HUMANO

Aleix Valls planteó a continuación la cuestión que gran parte de los asistentes -y por extensión del mundo empresarial- se plantea: ¿cómo puede afectar toda esta evolución a mi compañía? Pablo Rodriguez anunció una multiplicación de la eficiencia en las empresas en aspectos como: la capacidad de análisis, la generación de estrategias, la interacción con el cliente, la asistencia profesional a médicos y abogados en la gestión de información compleja, la educación personalizada. “El mayor error que podemos cometer -subrayó- es pensarnos que lo que viene va a ser una nueva versión de Siri”. 

 Pablo Rodriguez destacó que el reto que se plantea es “como diseñar una compañía AI native” . Una novedad de la etapa actual de la IA es la capacidad rápida de personalizar un modelo IA en un entorno determinado y en la escala que sea, lo cual pone la IA al alcance de las pequeñas y medianas empresas. 

Si un abogado pide a una IA que le prepare pruebas relevantes para un caso, tiene que verificarlas

 En este sentido, Pablo Rodriguez recordó que los sectores nativos digitales y las pymes están adoptando modelos de IA porque lo ven “como un mecanismo de transformación digital acelerado”.

Explico también que la IA puede tener a veces “alucinaciones” buscando correlaciones que no existen, una cuestión que está siendo objeto de investigación para reducir este tipo de incidencia. Pero esto demuestra, a su vez, la relevancia del factor humano ya que si, por ejemplo, un abogado pide a una IA que le prepare pruebas relevantes para un caso, tiene que verificarlas. Pablo Rodriguez señaló que se debe proceder con cautela, pero no hasta el punto de desaprovechar la innegable ayuda que la IA puede ofrecer al simplificar el trabajo.

Por otra parte, se puso de relieve que los servicios IA para empresas llevan implícitos unas condiciones de funcionamiento y de seguridad especiales para evitar el filtrado de documentos sensibles.

DEBATES DE PRESENTE Y DE FUTURO

Pablo Rodriguez explicó cómo la Unión Europea está preparando ya la regulación de la IA y reveló que España participará en un piloto de esta regulación para ver si  los algoritmos de las empresas cumplen con los requisitos del regulador de transparencia y trazabilidad. 

Se mostró optimista en el sentido que, entre la irrupción de internet y su regulación, pasó mucho tiempo, “mientras que la eclosión de la IA y el debate sobre la ética y normas que la deben regir se está produciendo a la par”.

Existen a nivel mundial 3 modelos “políticos” respecto a la IA: el chino, al servicio del estado; el norteamericano, orientado al negocio y a la corporación; y el europeo que se quiere centrar en los ciudadanos con prioridad para ámbitos como salud o educación. 

Aunque la IA, supere en capacidad a los humanos en la toma de decisiones, estos deberán seguir marcando  hasta qué punto conviene o no aplicarlas

El liderazgo en este escenario corresponde ahora a Estados Unidos. Pablo Rodriguez confía en que la prioridad europea en la ciudadanía propicie la emergencia una industria IA que garanticen un enfoque ético o de aspectos ligados a la protección del usuario.

A continuación Aleix Valls planteo la cuestión suscitada especialmente desde los medios de comunicación sobre la posibilidad de amenaza “apocalíptica” de la IA. Pablo Rodriguez señaló al respecto que “la tecnología es neutra y está bajo el control humano”. 

Actualmente se está viviendo la evolución de la narrow IA, que es aquella que resuelve muy bien un solo problema, hacia una general IA, que puede llegar a encontrar soluciones óptimas a diversos problemas, pero solo para ella, es decir que se trataría de soluciones que podrían no convenir al propósito humano. 

Pablo Rodriguez apuntó que, aunque la IA, supere en capacidad a los humanos en la toma de decisiones, estos deberán seguir marcando  hasta qué punto conviene o no aplicarlas. A corto plazo, vislumbró “riesgos en el mundo de la ciberseguridad y de la manipulación mediática incluso para llegar a distinguir lo que es verdad y mentira”. De todos modos, subrayó que “la visión apocalíptica no ayuda para nada” y mostró su  confianza en la responsabilidad humana.

Otro aspecto objeto de debate fue la fuerte irrupción de la IA en las tareas creativas (arte, literatura) de las que se dijo en su momento que no se verían afectadas, y en cambio han sido algunas de las primeras en las que IA ha manifestado elevadas capacidades, lo que abre la especulación sobre el desarrollo de la creatividad y de la estética en el futuro, además de plantear la pregunta de ¿dónde estará el valor?

CAPA DE VALIDACIÓN CONTRA LOS SESGOS

Pablo Rodriguez comentó que entramos en una etapa donde sabemos programar la IA pero “no alcanzamos a comprender como realiza sus propios procesos de aprendizaje y de decisión debido a su alto nivel de complejidad”. Para darse cuenta del nivel alcanzado, hay que comprender que la IA ya no necesita secuencias de instrucciones complicadas, sino que con una simple instrucción sobre lograr un objetivo concreto (por ejemplo: realiza un escrito para que un niño de 10 años entienda bien la división) es capaz de ejecutar una serie de pasos hasta producir el resultado requerido.

La IA ya no necesita secuencias de instrucciones complicadas, sino que con una simple instrucción sobre lograr un objetivo concreto es capaz de ejecutar una serie de pasos hasta producir el resultado

Aleix Valls preguntó hasta qué punto  la IA no llegará recoger los sesgos enormes como los que existen en internet en muchas materias. Pablo Rodriguez señaló que este problema ya tiene una denominación en inglés: garbage in, garbage out (basura dentro, basura fuera). 

En efecto, el perfil de una IA se forma a partir de aquello con que se “nutre” y los sesgos discriminatorios, de odio, y de otro tipo, pueden hacer mella en dicha IA, de lo que deduce la importancia de la vigilancia ética y de la regulación. Ello llevará también a “la aparición de una capa de validación de la IA que podría ser el origen de un nuevo sector”, concluyó. 

PREGUNTAS DEL PÚBLICO 

La primera pregunta del auditorio fue sobre el papel de Europa en el futuro de la IA. Pablo Rodriguez señaló que Europa debe apostar por la aplicación en ciertos ámbitos clave, como el gobierno, la salud, la educación y la regulación, pero quizás tendrá un papel menor en el escenario de las grandes empresas del sector.

También se le plantearon cuestiones sobre los errores plausibles que a veces comete la IA. El director en la Oficina del CTO de Google aseguró que estos se podrán solventar del mismo  modo que se arreglaron en su momento los errores en los motores de búsqueda: con mejores algoritmos, entrenamiento y con el feed-back humano.

La reflexión final de Pablo Rodríguez fue en el sentido de que, en realidad, todo esto  va más allá de replantearse negocios o profesiones y que requerirá un nuevo modelo de sociedad

Igualmente, irrumpió en el debate la necesidad de un equilibrio entre regular e innovar ya que, según indicó Pablo Rodriguez, “si se regula mucho, se innova poco”. 

Otra cuestión destacada fue sobre la manera en que las empresas deben adoptar la IA teniendo en cuenta la diversidad de oferta. Pablo Rodriguez repasó el gran abanico de posibilidades disponible, que incluye la mejora de la posición en internet o de interlocución con el cliente. 

Existen además oportunidades en el ámbito interno (análisis, bases de datos, programación, operativa, estratégica, modelos de negocio). El experto de Google animó, en cualquier caso, a experimentar sin miedo todas las posibilidades para no quedarse atrás ante la competencia”.

Aleix Valls completó la reflexión señalando que la IA puede ayudar a replantear la propuesta de valor de las empresas y estas deben saber visualizar como va a afectarles en su actividad principal hasta el punto de saber si continuará teniendo sentido o no.

La reflexión final de Pablo Rodriguez fue en el sentido de que, en realidad, todo esto  va más allá de replantearse negocios o profesiones y que requerirá un nuevo modelo de sociedad porque el valor del trabajo humano, por ejemplo, ya no estará relacionado con la productividad, entre otros cambios profundos que se producirán y a los cuales no se sabe todavía cómo hacer frente.